Noticias históricas acerca del proyecto de construcción de un tren de alta velocidad entre Buenos Aires, Rosario y Córdoba en la República Argentina, entre el 27 de abril de 2006 y el 26 de septiembre de 2008 (las noticias continuaron hasta el 20 de diciembre de 2012), durante los gobiernos de Nestor y Cristina Kirchner.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Una empresa con malos antecedentes

Miércoles 07 de mayo de 2008

La francesa Alstom ha sufrido varias denuncias e investigaciones por corrupción.

Por Luisa Corradini.   

PARIS.- En Francia son numerosos los que piensan que se trata de una tormenta en un vaso de agua. Otros sospechan una operación de desestabilización comercial.

Desde 2004, el grupo industrial francés Alstom, que construirá en la Argentina el tren de alta velocidad, es objeto de una investigación judicial, sospechado de haber pagado "varios millones de dólares" en sobornos para obtener contratos en Brasil, Venezuela, Singapur e Indonesia. Desde el 7 de noviembre pasado, la justicia francesa se hizo cargo de ese caso, iniciado por un juez suizo. En su momento, buena parte de la prensa europea publicó la información sobre esa investigación judicial.

"El artículo de The Wall Street Journal repite afirmaciones o insinuaciones ya aparecidas hace meses en varios artículos publicados en Suiza y en Alemania. Esa nota se basa en hipótesis y especulaciones y menciona personas [testigos] que nunca trabajaron para la empresa o que dejaron el grupo en 2001", declaró a LA NACION Philippe Kasse, director de Información de Alstom.

Si esas informaciones no tuvieron gran envergadura se debió a que durante el período correspondiente a la investigación actual (1995-2003) otros escándalos de corrupción de grandes proporciones habían salpicado al grupo industrial. Esos episodios terminaron en una profunda reestructuración de la empresa y la renuncia de su presidente, Pierre Bilger, juzgado luego por abuso de confianza.

El caso más espectacular se produjo en 1994, cuando Bilger reconoció que "había hecho un esfuerzo" de 5,2 millones de francos (casi US$ 1 millón de la época) para financiar la acción política del entonces ministro del Interior, el derechista Charles Pasqua. El caso terminó en 2005 con la condena de Pasqua y de su hijo, que había servido de intermediario. Bilger tuvo que abandonar su cargo, renunciar a una millonaria indemnización y someterse a la justicia.

Otro episodio parecido salió a la luz en México en 2002 con la licitación del Tren Suburbano. Años después, la presidenta de Alstom en aquel país, Cintia Angulo de Leseigneur, reconoció que "hubo corrupción en la empresa en el pasado".

Al borde de la quiebra, la resurrección de Alstom se produjo en 2003 con la llegada de su actual presidente, Patrick Kron, que la reestructuró y la dotó de un código ético acorde con la Convención sobre la Lucha contra la Corrupción de Agentes Públicos, adoptada en 1997 por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y ratificada por Francia en 2000. Desde entonces, el gobierno y las empresas francesas parecen haber respetado las reglas de juego.

"Si bien Transparencia Internacional no se ocupa del seguimiento de empresas en particular, puedo asegurarle que desde hace cuatro o cinco años Francia figura en nuestros informes entre los tres o cuatro mejores alumnos de la clase", afirmó Julien Coll, delegado general de la organización internacional en Francia. "Esto no quiere decir que las empresas hayan dejado de pagar sobornos: quiere decir que la justicia de este país se ha vuelto particularmente implacable con la corrupción. Es difícil imaginar actualmente un gran industrial francés aceptando ese tipo de delitos después de haber visto a Christophe de Margerie, presidente de [la petrolera] Total, pasar una noche en detención preventiva", agregó. Ocurrió en marzo, en el marco de una investigación de corrupción cuando Total obtuvo la explotación de un yacimiento gasífero en Irán.

Consultado sobre la posibilidad del pago de sobornos en la concesión del tren bala argentino, una fuente allegada a Alstom dijo que es "muy difícil", dado el rigor de la justicia francesa. Pero esto no implica que no existan: "Nada impide que los trabajos sucios los haga una empresa satélite".

http://www.lanacion.com.ar/1010329-una-empresa-con-malos-antecedentes

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