Viernes 13 de Marzo de 2009.
La empresa francesa Alstom, que se adjudicó el proyecto, planteará al gobierno alternativas de financiamiento para la ejecución de éste. La obra costaría US$ 3.800 millones.
La construcción del tren bala, que uniría las ciudades argentinas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba parece cada vez más lejana debido al difícil contexto financiero internacional que se vive en la actualidad.
Sin embargo el grupo Veloxia, que en enero de 2008 se adjudicó su construcción, no se resigna. Pablo Amorrortu, vocero del consorcio y costumer Director de Alstom, firma que lidera el grupo, aseguró que “nos interesa construir el tren de alta velocidad, ya que sería el primero en América latina, y además le permitiría al Gobierno encarar una obra de infraestructura que generará miles de puestos de trabajo en un momento de crisis”.
Y agregó que “para nosotros es una gran apuesta y estamos preparados para empezar cuando el Gobierno lo defina”, informó El Cronista.
El también llamado TAVE (Tren de Alta Velocidad) implicaría para el Estado un endeudamiento por unos US$ 3.800 millones. Para afrontar los costos de la obra, el grupo Alstom, junto al banco francés Natixis, propondrían un crédito a 30 años garantizado con la cesión de títulos públicos.
Sin embargo, en la administración de Cristina Fernández no miran con buenos ojos la construcción del tren bala. Miembros del gabinete aconsejan olvidar el TAVE, por lo menos hasta que el país supere los conflictos internos y económicos.
Fuente: America Económica - 13/03/2009
http://www.rieles.com/website2010/index.php/ultimo-momento/1837
http://beta.americaeconomia.com/note.aspx?Note=235807
La empresa francesa Alstom, que se adjudicó el proyecto, planteará al gobierno alternativas de financiamiento para la ejecución de éste. La obra costaría US$ 3.800 millones.
La construcción del tren bala, que uniría las ciudades argentinas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba parece cada vez más lejana debido al difícil contexto financiero internacional que se vive en la actualidad.
Sin embargo el grupo Veloxia, que en enero de 2008 se adjudicó su construcción, no se resigna. Pablo Amorrortu, vocero del consorcio y costumer Director de Alstom, firma que lidera el grupo, aseguró que “nos interesa construir el tren de alta velocidad, ya que sería el primero en América latina, y además le permitiría al Gobierno encarar una obra de infraestructura que generará miles de puestos de trabajo en un momento de crisis”.
Y agregó que “para nosotros es una gran apuesta y estamos preparados para empezar cuando el Gobierno lo defina”, informó El Cronista.
El también llamado TAVE (Tren de Alta Velocidad) implicaría para el Estado un endeudamiento por unos US$ 3.800 millones. Para afrontar los costos de la obra, el grupo Alstom, junto al banco francés Natixis, propondrían un crédito a 30 años garantizado con la cesión de títulos públicos.
Sin embargo, en la administración de Cristina Fernández no miran con buenos ojos la construcción del tren bala. Miembros del gabinete aconsejan olvidar el TAVE, por lo menos hasta que el país supere los conflictos internos y económicos.
Fuente: America Económica - 13/03/2009
http://www.rieles.com/website2010/index.php/ultimo-momento/1837
http://beta.americaeconomia.com/note.aspx?Note=235807
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